marzo 7 2024
8 de marzo y los cuidados alternativos
Por: Equipo Nacional de Género
Hablar del 8 de marzo, es un día en dónde es necesario hacer conciencia de la desigualdad de género que existe en la sociedad global y también es reconocimiento del acceso a derechos a cada una de las personas.
En esta ocasión queremos reflexionar acerca de la niñez que se encuentra en Centros de Asistencia Social (CAS)[1] en varias pistas:
- ¿Son más niñas o adolescentes en los centros de asistencia social?
- ¿Son las mujeres las que toman el rol de cuidadoras en el sistema especial de protección?
- ¿Qué ha sucedido con la niñez que su cuidadora ha sido víctima del feminicidio?
Para iniciar el Censo de Población y Vivienda 2020 en México, revela que hay los 8,500 alojamientos en el país, se tiene una población usuaria total de 194,284 personas. Acotando este universo a las casas hogar para menores de edad tenemos un total de 1,000 centros con una población usuaria de 24,574 personas, de las cuales el 46.7% son hombres y 53.3% son mujeres, además hay 11,465 trabajadoras y trabajadores y 8,933 voluntarias y voluntarios.
Sin embargo, en agosto del 2023, el Procurador Federal de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes dio a conocer que, hasta ese momento, se contaba con datos de: 695 CAS para NNA reconocidos por autoridades del Sistema de Protección y 92 pendientes de información. De estos son 181 públicos, 99 privados, 404 dirigidos por asociaciones y hay 404 destinados a NNA que son víctimas de delitos.
En relación a los niños, niñas, adolescentes que viven en estos de CAS, se encuentran casi a la mitad, sí, hablamos de la distribución de la niñez, como lo muestra la tabla anterior.
Respecto al tema de educación contamos los datos de 85% de la población usuaria de las casas de hogar, de las edades de 3 a 29 años, presentan condición de asistencia escolar (el 53.5% de la población usuaria que asiste es mujer y el 46.4% es hombre). Revisando por grupos de edad, podemos ver que del grupo de 3 a 5 años la asistencia total es del 72.1%, regularizándose para el grupo de 6 a 12 años con un 90.8%, bajando en el grupo de edad de 13 a 17 (86.4%) y decayendo aún más en el grupo de 18 a 22 años con un 65% y más con el grupo de 23 a 29 años con un 28.6%.
En el caso del personal, los porcentajes es que hay un 77.38% mujeres desempeñándose laboralmente en los CAS y solo el 22.62% se menciona que son hombres, estos datos nos permiten reflexionar por un lado que el cuidado está a cargo de las mujeres y lo mismo lo vemos con el grupo de voluntarias con un 65% son mujeres; los estereotipos que las sociedades tienen y fomentan es que el cuidado lo ejerce la mujer, porque esa es una de sus funciones principales así como la reproducción.
También reflexionamos que la población femenina que se dedica al cuidado, corresponde a expectativas no escritas sobre quién debe hacerse responsable de cuidar a las niñas, niños y adolescentes. Esta es una manifestación de las diferencias en los comportamientos familiares, en las que se plasman distinciones en aspectos tales como la división del trabajo doméstico, la crianza o las afinidades y relaciones.
Con el tiempo también se ha ampliado esta mirada en la que el papel de las mujeres no solo es reproductivo, sino que también se pueden desarrollar en otras esferas y por ello será necesario equilibrar estos datos estadísticos, para que se pueda deconstruir que en la mujer su función es el cuidado y que los hombres pueden cuidar. En este caso que se puedan emplear en los centros de asistencia social también a hombres, es importante que haya más cuidadores en estos espacios. Cabe mencionar que tanto mujeres como hombres deberán de cumplir los requisitos de selección y reclutamiento para el cuidado de la niñez en los CAS. (En este contexto, la deconstrucción del género es fundamental, pues se trata de hacer conciencia sobre prácticas, creencias y actitudes arraigadas en la sociedad, para transformarlas).
¿Son las instituciones las que limitan las elecciones sobre las figuras de cuidado? ¿En qué se basa la toma de decisiones? Ideas de quienes pueden destinar tiempo al cuidado de otros, resistencia de empleadores ante prejuicios respecto al cuidado, seguridad y salvaguarda de los NNA en CAS, o es el refuerzo del “hacer género”.
Por otro lado, en este 8M es importante colocar los motivos de separación de las niñas, niños, adolescentes de sus familias, la desventaja es que en México no contamos con datos desglosados sobre las razones que los privan del cuidado parental. Los factores son socioculturales como es:
- Ausencia de cuidador/a por abandono, migración o privación de la libertad
- Violencia intrafamiliar
- Maltrato infantil
- Negligencia
- Violencia y explotación sexual
- Consumo problemático de sustancias psicoactivas
- Discapacidad severa
- Trastornos de salud mental
Lastimosamente, en este 8M también debemos hablar que contamos con una población infantil que están en situación de orfandad por feminicidio (comprendiendo que es la expresión máxima de violencia hacia una mujer), los datos disponibles del Gobierno de México ha censado a 4,966 niños, niñas y adolescentes en orfandad por el asesinato de sus madres a manos de sus parejas o exparejas desde diciembre de 2018 hasta marzo de 2021, según datos de las fiscalías de los estados, recabados por la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim).
Para darle atención a esta población en el año 2021, se presentó el protocolo nacional de atención integral a niñas, niños y adolescentes en condición de orfandad por feminicidio que tiene el fin de orientar y facilitar la actuación del personal encargado de la protección de los derechos de niñas, niños y adolescentes en situación de orfandad por feminicidio, y garantizar su restitución mediante la prestación de servicios legales, médicos y de asistencia social.[2]
Ante la cruda realidad que nos permiten ver los datos sobre la situación de las infancias y adolescencias en nuestro país, debemos ser conscientes también que no solo son datos estadísticos, son historias de niños, niñas, adolescentes que por diversos motivos están creciendo y desarrollándose en los centros de asistencia social, por ello, la importancia de que todos estos CAS cumplan con estándares de calidad en cuidado para garantizar su bienestar.
En Aldeas Infantiles SOS contamos con una política de género y estamos trabajando con el objetivo de generar y acompañar procesos de transformación de los estereotipos de género, violencia de género en las intervenciones programáticas.
Además, en nuestros servicios de atención se generan actividades de sensibilización, formación y capacitación para ir transformando los estereotipos, para que construyamos una sociedad con equidad de género, por ello este 8 de marzo les invitamos a reflexionar acerca de los estereotipos y cuáles han sido los daños que han provocado, pero sobre todo tomemos conciencia cómo podemos romper con las prácticas que desfavorecen la equidad de género.[3]
[1] Centros de Asistencia Social se configuran según la Ley como: “el establecimiento, lugar o espacio de cuidado alternativo o acogimiento residencial sin cuidado parental o familiar que brindan instituciones públicas, privadas y asociaciones” (LGDNNA, 2014, p13).
[3] La fuente de información es el estudio de la situación de los derechos de niños, niñas y adolescentes (CRSA), 2023.