En la última década, Chiapas ha sido uno de los estados más pobres del país. En él, 8 de cada 10 personas viven en situación de pobreza.
A pesar de sus esfuerzos por salir adelante, muchas familias como la de Juana, solo tienen dinero para comer. Debido a la escasez de trabajo y ventas, su situación ha empeorado y si antes, comprar cobijas para resguardarse era un lujo, ahora es imposible.
-Ya no tenía fuerzas para nada. Todos mis hijos, mi esposo y yo nos enfermamos, teníamos calentura, gripa y nos dolía mucho la cabeza, no tenía dinero para comprar medicina y en las noches escuchaba como mis ojos hacían ruido con la boca o temblaban porque tenían mucho frío- así fue como Juana y sus hijos vivieron su peor invierno.
Queremos que Juana no tenga que preocuparse porque sus hijos pasan frío por las noches y amanezcan agripados. Hagámosle saber que aún hay personas dispuestas a dar la mano en momentos tan difíciles como este.
Regálale esta Navidad su primera cobija nueva a 372 niños y niñas que viven en comunidades vulnerables.
- Queremos ayudar a 176 familias que pertenecen a las siguientes comunidades del sur de Chiapas: El Refugio, Santa Ana, Santa Rosa, San Nicolás, La libertad, Hidalgo, San Francisco, Santiago la Mesilla, San Antonio Copalar, Arturo Albores, Linda Flor y a la Casa Hogar San Martín.
- En estas comunidades, se tiene un ingreso aproximado semanal de $200 o $300, pero ante la contingencia por el COVID-19, los ingresos son menores y la oferta laboral es muy escasa.
- Estas familias pasan inviernos muy duros, porque sus cobijas son muy viejas y ya no brindan calor. Además, sus camas están construidas de madera y tabiques, por las que el viento logra colarse.