Desempleo juvenil

Desempleo juvenil

Uno de los grandes problemas de cualquier sociedad es la falta de oportunidades laborales, particularmente para los jóvenes que deben enfrentarse a la falta de experiencia y el bajo nivel salarial.

De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en México la población juvenil representa una cuarta parte, es decir, en el país hay 30.6 millones de personas entre 15 y 29 años de edad.

Esa cuarta parte de la población se está enfrentando a la precariedad laboral, según datos del Observatorio de Salarios, en México un joven será independiente en promedio a los 28 años 9 meses, en contraste con países de primer mundo como Suecia donde la edad promedio es de 21 años. 

¿Imaginan los bienes que tendrán los jóvenes suecos cuando tengan 28 años 9 meses?

Seguro muchos más que los que un joven mexicano puede tener a esa edad. Cabe señalar que, de la población ocupada de 15 a 29 años, el 81% no alcanza un salario digno y el 22% está por debajo de la línea de bienestar básica.

Falta de oportunidades

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del INEGI (Instituto Nacional de Estadística y Geografía), en el primer trimestre de 2020, se registró una ocupación laboral de 803 mil 809 jóvenes de entre 20 y 29 años, lo que representó una caída del 6.4 % respecto al mismo trimestre de 2019. Sin embargo, la situación se sigue agravando a causa de la pandemia por COVID-19.

El origen del desempleo juvenil es un problema múltiple, pero radica principalmente en la falta de experiencia que se vuelve un círculo vicioso, es decir, si no hay trabajo, no puede existir experiencia y sin experiencia, no hay trabajo.

Además, a la situación contribuyen la falta de prestaciones conforme a la ley, baja preparación académica, la falta de competencia para desempeñar algún cargo, aunado a ello el mercado laboral presenta oportunidades limitadas y fuerte competencia. 

Son muchas las causas del desempleo juvenil, pero las principales son:

  • Educación: El nivel de educación no se adapta correctamente al mercado laboral, es decir, las empresas no contratan a los jóvenes porque consideran que aún no tienen las habilidades que necesitan para desempeñarse en ciertos cargos. 
  • Falta de objetivos: Es probable que los jóvenes vayan en busca de un trabajo que no se ajusta a su perfil, por ello, es vital contar con las capacidades necesarias para desempeñarse en empleos acordes a sus objetivos. 
  • Políticas insuficientes: A través de políticas se puede facilitar la contratación de los jóvenes, el crear y fortalecer alianzas con el sector empresarial permitirá establecer proyectos que fomenten el desarrollo laboral de la juventud. 

El sector empresarial, el gobierno y las instituciones académicas son actores claves para crear un canal de comunicación que fomenten políticas públicas con el propósito de definir las competencias necesarias que se requieren para el reclutamiento de talento humano, además deben existir programas de formación profesional donde los jóvenes adquieran habilidades que les permitan ingresar al mercado laboral. 

Sin embargo, no solo se trata de brindar capacitaciones para el desarrollo de habilidades, sino de generar oportunidades para los jóvenes donde tengan un ingreso formal y estable que fomente su desarrollo personal y profesional. 

Ser joven en cuidado alternativo

Cuando un joven decide ser independiente, la mayoría acude a sus redes de apoyo; sus padres, abuelos, tíos, etcétera. Pero, ¿si no cuentan con una red familiar de apoyo?

Miles de niños que crecieron sin el cuidado de una familia ahora son jóvenes que buscan una segunda oportunidad para tener una mejor vida, pero se enfrentan a un sistema desigual con rezagos estructurales en materia de educación, salud, y empleo, aunado a las pocas oportunidades para adquirir y comenzar su vida profesional, sobre todo ahora que la pandemia ha dejado desempleo e incertidumbre desde el mes de marzo.

El panorama es más complicado para los y las jóvenes que han egresado de sistemas de protección. Por diversas razones, ellos sufrieron vulneraciones a sus derechos y por ello, su cuidado desde su niñez o adolescencia, quedó a cargo del Estado en centros de protección como orfanatos, albergues, hogares y familias de acogida, hasta que su situación familiar se resolviera o alcanzaran la mayoría de edad.

Si para un joven que cuenta con una red de apoyo como su familia es difícil acceder a un empleo digno, para un joven egresado de sistema de protección es aún más complicado, por ello, es importante que el gobierno y las organizaciones tengan vinculación con el sector empresarial para la creación de programas que atiendan las necesidades de los jóvenes que no cuentan con redes de apoyo y crecen en instituciones de cuidados alternativos. 

El desafío para Aldeas Infantiles SOS es lograr que los jóvenes que viven en los programas de Acogimiento Familiar obtengan un empleo digno, ante esto, las Empresas de Gran Corazón que decidan ayudar a la Organización, pueden apoyar con mentorías, asesorías y recursos que permiten que los jóvenes cuenten con más herramientas para cuando inicien su proceso de independencia.

Las Empresas de Gran Corazón cuentan con proyectos enfocados para que los jóvenes en situación vulnerable inicien con su proceso de vida independiente, por ejemplo, DHL y Nacional Monte de Piedad crearon proyectos de empleabilidad para impulsar la inserción laboral, experiencia que brinda a los jóvenes la posibilidad de construir un proyecto de vida. 

Aún queda mucho por hacer y para ello, la mano de aliados es vital para que los jóvenes, en proceso de independencia, que viven en los programas de Acogimiento Familiar, tengan un empleo digno y puedan ser autónomos y felices.

 

¿Nos ayudas a construir su futuro? 

Contacto:

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