Invisibilidad y violaciones a los derechos de la infancia frente a la pandemia

En las últimas dos semanas hemos recibido mensajes, recomendaciones e instrucciones de distintos organismos internacionales, medios de comunicación y gobiernos sobre cómo tiene que ser la atención ante el coronavirus.

A pesar de todos los esfuerzos públicos dirigidos a la crisis ocasionada por COVID-19, muy pocos integran el enfoque de niñez. La mayoría de las medidas están enfocadas en evitar el contagio masivo a través del cierre de lugares de encuentro social como lo son escuelas, centros comerciales, cines, centros deportivos y culturales; y en mitigar los efectos negativos en el sistema de salud y en el sector económico.

Sin embargo, esta crisis no solo ha desafiado nuestra capacidad de responder como sociedades responsables y solidarias, también ha desafiado la capacidad de los gobiernos de desarrollar medidas integrales que garanticen los derechos de la niñez.

Durante tiempos de emergencia como lo estamos hoy en día, se entiende que las condiciones se deben de adaptar, pero eso no significa que los Estados pueden deslindarse en su responsabilidad y compromiso con las niñas, niños y adolescentes. No se debe de olvidar que, aunque nos encontremos en situación de contingencia, es importante contar con una visión que incluya a la niñez, ya que las medidas tomadas afectan de manera directa en su desarrollo.

En México, el 14 de marzo se anunció la suspensión de todo sector educativo entre el 20 de marzo y el 20 abril. Según datos de UNESCO, dicha medida ha provocado que 37´589,611 estudiantes, tengan que permanecer en sus hogares sea cual sea su situación.

Los Estados deben de comprender que las medidas de aislamiento, resultan accesibles de realizar para aquellas familias que cuentan con las condiciones para permanecer en sus hogares de una manera sana y adecuada para el desarrollo de la niñez. Sin embargo, no se debe de suponer que todas las niñas y los niños se encuentran bajo estas circunstancias.

Estas medidas no solo ponen en riesgo el desarrollo educativo de las niñas, niños y adolescentes que no cuentan con una computadora o servicio de internet para tomar las nuevas modalidades virtuales educativas.

También ponen en riesgo a quienes sufren de violencia en sus hogares y ahora tienen que permanecer con sus agresores por mayor tiempo. Este confinamiento residencial afecta directamente en su desarrollo holístico, ya que muchas personas tienen que convivir en espacios pequeños aumentando el estrés y frustración de las familias. Además también suponen que todas las niñas, niños y adolescentes cuentan con un hogar, olvidando a las personas en situación de calle.

Lo anterior, son solo algunos de los impactos a la niñez como consecuencia de estas medidas gubernamentales frente al covid-19. Es fundamental que el gobierno mexicano responda al interés superior de la niñez, como lo dijo el ex integrante del Comité de Derechos del Niño de la ONU, Jorge Cardona: -“Las medidas no deben estar enfocadas en los adultos, deben ser equitativas y con enfoque de género”-, durante la conferencia “Riesgo de invisibilidad y violaciones a los derechos de la infancia frente a la pandemia COVID-19".

Enfatizando en lo mencionado por Norberto Liwski en esa misma rueda de prensa, los gobiernos deben de invertir en los grupos más vulnerables y tomarlos en cuenta en el momento de diseñar medidas ante esta crisis, contemplando elementos compensatorios y condiciones alternativas para las niñas, niños y adolescentes que no se encuentran en situaciones favorables para el aislamiento en sus hogares.