Los jóvenes y la empleabilidad
Los jóvenes y la empleabilidad

De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en México la población juvenil representa una cuarta parte, es decir, en el país hay 30.6 millones de jóvenes entre 15 y 29 años.

Esa cuarta parte de la población se está enfrentando a la precariedad laboral, según datos recientes del Observatorio de Salarios, en México un joven será independiente en promedio a los 28 años 9 meses en contraste con países de primer mundo como Suecia, donde la edad promedio es de 21 años.

La falta de oportunidades laborales es un problema al que se enfrentan los jóvenes cuando terminan sus estudios universitarios y buscan su primer empleo, uno de los primeros obstáculos es la falta de experiencia. En ocasiones, la desesperación los lleva a aceptar un trabajo con ingresos que están por debajo de la línea de remuneraciones mínimas o deciden emplearse en el sector informal, donde no cuentan con prestaciones de ley.

Cuando los jóvenes se integran al sector informal, trabajan bajo condiciones poco favorables, pues el desarrollo de sus habilidades y capacidades se ven limitadas, lo que no promueve su competitividad dentro del mercado laboral y las oportunidades de acceder a una vida digna son más bajas. 

En México 6 de cada 100 jóvenes de entre 15 y 29 años se encuentran buscando empleo sin conseguirlo; especialmente el grupo de jóvenes de entre 20 y 24 años registró una tasa de desocupación de 6.7% más del doble que se registra para la población total.

¿Cuántas veces se ha dicho que los jóvenes son el futuro? Pero el futuro se construye en el presente, por ello, los jóvenes necesitan ser motivados para que desarrollen su creatividad, aprendan a identificar problemas, piensen en una solución, organicen y lideren a otros con el objetivo de que provoquen un cambio importante en su entorno.

Los jóvenes necesitan sentirse reconocidos como adultos que aportan y contribuyen al desarrollo de su país, porque son personas que pueden ampliar sus capacidades, asumir responsabilidades y tener iniciativas, por ello su actuar comienza en el presente para que su futuro sea el que ellos deseen.

Si un joven crea algo y lidera un cambio, automáticamente se genera en él una actitud diferente, porque se reconoce como una persona exitosa, por tanto es consciente sobre el poder que tiene para cambiar las cosas en beneficio de otros.

Las oportunidades laborales para los jóvenes deben ampliarse, para ello se requiere la intervención de diversos actores como:

  1. Las universidades, que son las encargadas de formar a los jóvenes y de brindar a sus estudiantes  la oportunidad de expandir sus conocimientos.
  2. Las empresas, quienes generan las ofertas de trabajo, es vital que cuenten con vacantes en las que los jóvenes no requieren de experiencia laboral previa con el objetivo de que puedan adquirir habilidades y capacidades en el ámbito laboral.
  3. El Estado, quien debe desarrollar políticas públicas para garantizar oportunidades laborales igualitarias
  4. Los jóvenes, quienes tienen la responsabilidad de capacitarse para ofrecer a sus empleadores el perfil que buscan.

Los jóvenes tienen el reto de enfrentar diversos obstáculos para su plena inclusión en la sociedad  y las brechas que enfrentan en el mercado laboral son aún más grandes, por ello para que sus expectativas se cumplan es vital que el Estado genere oportunidades de educación y empleo considerando el desarrollo de la economía, las empresas y la sociedad.