¿Cómo posicionar tu marca en un mundo digital?
El nacimiento de nuevas empresas, productos, servicios, consumidores, intereses, medios de comunicación y producción es, actualmente, inimaginable. ¿Es una buena noticia? Sin duda, ya que estos elementos generan empleos, sana competencia entre compañías y, por supuesto, la reactivación de la economía de un país.
Considerando los factores antes mencionados, ¿cómo puede resaltar tu negocio sobre los demás? Tomemos en cuenta que estamos en una transición hacia la cuarta revolución industrial, movimiento innovador-tecnológico que pretende cambiar las operaciones de las compañías, adentrando herramientas disruptivas como realidad virtual, inmersiva, big data, internet de las cosas, publicidad digital y, por supuesto, inteligencia artificial y sus categorías.
Es probable que te hayas asustado al leer tantas vertientes que, posiblemente, no posees en tu corporación. ¡No te preocupes! En este artículo expondremos algunos puntos a seguir, para que tu organización no se quede atrás; al contrario, enfrente sanamente a sus rivales comerciales, tanto directos como indirectos.
Analiza detalladamente la oferta de valor de tu empresa
Antes de lanzar un producto o servicio al mercado, investiga si este cubre alguna necesidad del mercado. Para conocer ello, indaga en tus posibles consumidores: lo que les gusta, lo que no; qué marcas utilizan, cuánto pagan por ellas, qué cambiarían, por qué y a qué costo. Desarrollando estos puntos antropológicamente, tendrás una idea más transparente de la viabilidad de tu idea de negocio.
Es importante mencionar que si las respuestas no se adecúan a tu hipótesis, lo recomendable es que modifiques los componentes necesarios o que cambies de proyección.
Segmenta tu alcance
Aunque esta vertiente puede sonar paradójica, no intentes acaparar el máximo mercado posible; eso suena irreal, laborioso y más tardado de lo previsto. Aunado a ello, probablemente exista otro proveedor ofreciendo el mismo servicio que tú, por tanto, te llevaría años desplazarlo.
Recuerda esta ley inmutable de mercadotecnia: “Es mejor ser el primero en la mente del consumidor, que el primero en el punto de venta”. Por tanto, te aconsejamos esta cita: “Si tu producto o servicio está llegando tarde a una categoría, ¡créate una propia!”.
Halla un nicho de mercado virgen, con la finalidad de ofrecer las soluciones de tu empresa, posicionarte y, lo más importante, cubrir las necesidades de aquel rubro que estaba desatendido.
Utiliza los medios de comunicación adecuados
Hace una década, se creía que lo más factible era estar en todos los medios masivos posibles, sin importar el costo. ¡Vaya error! Algunas deficiencias de dichos planes publicitarios, es que el estratega no sabía a cuáles personas se estaba dirigiendo, si su creación estética iba en función de los gustos de las personas y cuánto le retribuía ello. Entonces, lo que realizaban, como coloquialmente se dice, era echar balazos al aire.
Actualmente hay un sinfín de herramientas que han auspiciado a los negocios a crecer, conseguir nuevos clientes y expandirse. Asimismo, la inversión publicitaria es más accesible, comparada con la de los mass-media, sin mencionar que estas plataformas cuentan con artilugios precisos para llegar a la persona ideal y medir minuciosamente sus acciones.
Para lograr lo antes mencionado, apóyate del Administrador de Anuncios de Facebook; Google Ads, de Google, para posicionarte en su motor de búsqueda; o LinkedIn Business, para llegar a otras empresas o tomadores de decisión de estas.
La abismal ventaja de estos sitios, es la facilidad de conocer -casi- a la perfección a tus prospectos y sus movimientos en tiempo real.
Jamás dejes de mejorar tu producto
Consideramos que esta es la norma más importante de cualquier empresa, sin importar su modelo de negocio, oferta de valor o industria a la que pertenece. Las corporaciones deben reinventarse constantemente, aunque siempre en función de los consumidores, sus intereses, las tendencias del mercado y, aunque no queramos verlo, el avance de la competencia. Dichos asuntos reflejarán en cierta medida el rumbo o cambios que debe aplicar cualquier organización; de omitirlos, corre el riesgo de estancarse o, peor aún, desaparecer.