mayo 4 2020
De vuelta a casa
28/04/2020.- Comitán de Domínguez, Chiapas.- Mariana, una adolescente que vivió durante 16 años en la Aldea de Comitán regresó a vivir junto a su familia biológica para juntos crear recuerdos familiares.
El derecho de los niños a vivir en familia es uno de los más importantes, pues al garantizarlo existe la posibilidad de tener acceso a la educación, contar con cuidados médicos, desarrollar una vida digna y crecer en un entorno protector y lleno de cariño.
En Aldeas Infantiles SOS, los niños, adolescentes y jóvenes crecen en un modelo familiar, sin embargo como organización reconocemos la importancia de que conozcan sobre su origen con el propósito de generar un sentido de pertenencia, es así como trabajamos en las reintegraciones familiares, garantizado siempre un entorno de bienestar para los niños, adolescentes y jóvenes.
En la Aldea de Comitán se han fortalecido los procesos de vinculación y reintegración, en dos años se han realizado 23 reintegraciones con éxito, la última fue la de Mariana que regresó a casa con su familia a finales del año pasado. El primer contacto se dio en 2018 cuando ella manifestó su inquietud de conocer sobre su pasado, así supo que su familia vivía en una comunidad rural y pidió ir a conocerlos.
La primera visita estuvo llenas de emociones; Mariana estaba muy nerviosa por conocer el lugar donde nació, por su cabeza rondaban muchas preguntas, sentía miedo porque sabía muy poco de su familia, también estaba emocionada por ver los rostros de sus papás y hermanos.
El lugar donde nació es una comunidad rural ubicaba en los Altos de Chiapas, las personas que viven en esa zona hablan tzeltal, una lengua maya. Cuando llegó a la casa donde vivía su familia, sus nervios incrementaron, pero cuando vio a sus papás, poco a poco fue sintiéndose más tranquila, escuchó con atención lo que su padre le contaba, pues solo él habla español, dieron un recorrido por la casa y la comunidad.
Cuando regresó a la Aldea, le contó todo a Regina, su cuidadora y quien se ha convertido en una figura materna para ella, le hizo saber que estaba feliz de conocer de dónde venía y que quería seguir en contacto con su familia biológica y así fue, durante más de un año se realizaron visitas con el propósito de construir lazos familiares.
Durante los períodos vacacionales, Mariana visitaba a su familia, incluso hubo ocasiones en que pasó varias semanas con ellos para crear una relación más cercana. Para ella era difícil entender la lengua, pero su papá le traducía y poco a poco aprendió a reconocer a algunas palabras, le regalaron un traje típico que es un vestido bordado con muchos hilos de colores, conoció a sus primos, tíos y abuelos, se familiarizó con los usos y costumbres de la comunidad.
Un día Mariana habló con el equipo psicopedagógico de la Aldea para manifestarles su deseo de vivir junto a su familia biológica, y con el seguimiento oportuno para garantizar su bienestar físico y psicoemocional se realizó la reintegración en diciembre del año pasado.
Decir adiós a su Familias SOS no fue fácil, toda su vida había vivido en la Aldea; vio crecer a su Manuel, a quién recibió con gran alegría cuando ella siete años, hizo travesuras junto a Andrés y Christian, aprendió muchas cosas de sus hermanos mayores Karen y Osvaldo, sobre todo tuvo el amor y consejos de Regina, y todos los momentos que había vivido junto a ellos ahora se los llevaba guardados para construir nuevos recuerdos junto a su familia biológica.
Después de tres meses de vivir en su nuevo hogar, Mariana se siente feliz, ha expresado su deseo de continuar con sus estudios en el próximo período escolar, pues su mayor deseo es poder hacer una carrera universitaria y ayudar a su familia a tener una mejor calidad de vida y de brindarles a sus hermanos la posibilidad de tener un buen futuro.
Nota: Para salvaguardar la identidad de Mariana se ha cambiado su nombre real.