Maternidad, crianza y logros profesionales

Ser madre implica muchos sacrificios, por un lado, están las mujeres que deben trabajar, salir de casa y dejar a sus hijos para ir a desempeñar su labor, por otro lado, están las mujeres que deciden quedarse en casa para cuidar a sus hijos, dejando de lado la vida laboral. Ambos escenarios implican tomar una opción y dejar otra, porque tristemente parece que en la vida no se puede tener todo. 

En el primer panorama, las madres que salen a trabajar hacen frente a la preocupación y quizá sientan remordimiento de dejar a sus hijos, pero la realidad es que no tienen otra opción, pues ellas también contribuyen al sustento de sus familias. En el segundo panorama, las madres que dedican su tiempo al cien por ciento a la crianza de sus hijos, no tienen tiempo para descansar, lo que implica un desgaste físico y quizá emocional. 

La realidad es que para la mayoría de las personas el trabajo es un factor primordial en su calidad de vida, porque permite satisfacer necesidades básicas, pero también impacta en su desarrollo profesional. Las mujeres que son madres tienen el reto de alcanzar el balance entre su vida familiar y laboral, para ello deben buscar opciones para garantizar el cuidado de sus hijos, mientras ellas acuden a sus espacios de trabajo.

Equilibrando la vida familiar y laboral

Yazmín es una madre de familia que logró culminar sus estudios universitarios y fundar una asociación al mismo tiempo que cuidada y criaba a sus tres hijos, pero no lo hizo sola, contó con un gran apoyo, quienes la han acompañado en su labor como madre en la crianza de sus hijos.

Ella es originaria de Tehuacán, Puebla, su familia está integrada por su mamá, sus tres hijos y su esposo. Conoció a Aldeas Infantiles SOS cuando decidió ingresar a su primer hijo en el hogar comunitario San Diego Chalma, que fungía como un espacio de cuidado infantil.

Al principio sus amistades y conocidos cuestionaban la decisión de dejar a su hijo bajo el cuidado de otras personas que no eran su familia. 

-“Me confrontaban con preguntas como ¿por qué no lo cuidas tú?, y en ese momento yo era madre soltera y tenía que trabajar para sostenernos. El llegar a la estancia significaba que podía trabajar y terminar mi tesis de licenciatura con la seguridad de que mi hijo estaba en un espacio seguro donde lo cuidaban”- expresa Yazmín.

Los horarios extendidos, el costo accesible, la comunicación y la variedad de actividades que garantizaban el desarrollo integral de su hijo, le otorgaron la suficiente confianza para dejar a su hijo en la estancia infantil. 

Los aprendizajes que observó en su hijo la llevaron a tomar la decisión de continuar apoyándose de ella para el cuidado de sus otros dos hijos y continuar con su trabajo y desarrollo profesional, incluso fundó con otros colegas una asociación que se llama Jóvenes con impulso A.C., en la que apoya brindando orientación de género, prevención y atención de violencia, además de orientación jurídica y psicológica, con ello ejerce su profesión y vocación de psicóloga.

En retrospectiva, piensa que su decisión fue acertada, ya que no solo contó con tiempo que le permitió crecer en lo profesional, sino que las capacitaciones otorgadas por Aldeas Infantiles SOS le han dejado aprendizajes significativos para su vida personal y en la crianza de sus hijos.

-“El trabajo de la estancia es una forma de trabajo desde un ámbito muy diferente, muestran cómo es el cuidado adecuado a nuestros hijos, nos hacen pensar en la crianza que traemos desde los abuelitos y darnos cuenta que a veces no son sanas y que hay otra maneras de educar, respetando la integridad de los hijos. 

Además, gracias a las capacitaciones, ahora vivo mi maternidad de una forma más tranquila, antes me conflictuaba mi relación con mi hijo, mi desempeño como mamá y los diferentes roles de mi vida”- comenta Yazmín referente al trabajo que realiza Aldeas Infantiles SOS.