Por el amor a la familia

Por el amor a la familia

La pandemia llegó de manera inesperada y obligó a todo el mundo a tomar medidas extraordinarias para evitar la propagación del virus COVID-19, como el aislamiento forzoso y el distanciamiento físico; lo que ha transformado, principalmente, las dinámicas de las familias que viven en situación vulnerable.

Los retos que estas familias han enfrentado son: 

  • Una difícil situación económica. Muchas empresas se vieron forzadas a recortar su personal, por ello, la tasa de desempleo del país ascendió y los ingresos familiares disminuyeron de manera drástica. 
  • La brecha tecnológica. Miles de padres de familia han tenido que adentrarse al mundo de la tecnología que antes les había sido completamente ajeno o inaccesible, sin contar con los recursos económicos necesarios para solventar la compra de celulares, tablets, computadoras, internet, entre otros.
 
Educación sin recursos tecnológicos

Lina y su esposo trabajan en una maquila desde antes del inicio de la pandemia, por las condiciones actuales solo trabajan dos días a la semana, y aunque se sienten afortunados por conservar su empleo, el dinero que ganan no es suficiente para cubrir sus gastos de vivienda, alimentación y otros servicios. Ante las circunstancias, el trabajo que hacían en la maquila ahora lo hacen en casa, de esta forma pueden acompañar y apoyar a sus hijas durante sus clases escolares. 

De acuerdo con datos de la Secretaría de Educación Pública, alrededor de 30 millones de estudiantes desde preescolar hasta bachillerato iniciaron el ciclo escolar 2020- 2021 a través de clases a distancia, por medio de la televisión, radio e internet. Sin embargo, casi 40% de los hogares no tienen acceso a internet, por ello la infraestructura marca grandes diferencias en cómo se vive la educación a distancia durante la pandemia. 

Dulce es una madre de familia, originaria de la comunidad alfarera de Los Reyes Metzontla, ella tiene dos hijos que actualmente estudian segundo y sexto año de primaria, desafortunadamente el sueldo que su esposo percibe como albañil no es suficiente para contratar el servicio de telefonía e internet. Dulce y sus hijos deben caminar al otro extremo de la comunidad, donde una amiga les permite acceder a la red inalámbrica de su hogar para que Javier y Manuel puedan tomar sus clases en línea y envíen sus tareas escolares.

 
Oportunidades laborales

Marcela tiene cinco hijos que tienen entre dos a 16 años, ella también es alfarera y elabora piezas artísticas con barro bruñido, únicas a nivel mundial por crearse a través de un método prehispánico, aún sigue perfeccionado la técnica porque sabe que sus artesanías son su fuente principal de ingresos, pero a causa de la contingencia sanitaria, los pedidos se detuvieron, ya que promovía sus productos en ferias, restaurantes y hoteles con el apoyo de una cadena productiva que depende del sector turístico.

Esta situación orilló a Marcela a buscar empleo fuera de su comunidad, actualmente es trabajadora doméstica en el Municipio de Zapotitlán, Puebla, ante el exceso de trabajo a veces le es imposible atender la educación de sus hijos más pequeños, por lo que los mayores han asumido esa responsabilidad y ayudan a su mamá. Ella sabe que sus hijos la necesitan, por eso trata de compensar el tiempo al llegar a casa poniéndose al día de todo lo que sucede y fomentando el diálogo entre ellos para seguir fortaleciendo sus lazos familiares.

Todos los días las madres y padres de familia deben enfrentarse a situaciones de estrés y preocupación, pero su mayor motivación para seguir adelante son sus hijos y cada esfuerzo que realizan es para garantizar el bienestar de su familia. Ellos confían en que un día todo volverá a la normalidad y podrán retomar su rutina familiar, pero en este momento lo más importante es garantizar que sus hijos se sientan protegidos y escuchados fomentando que su hogar sea un entorno seguro.

En Aldeas Infantiles SOS queremos que todos los niños y niñas tengan acceso a una educación inclusiva, equitativa y de calidad, por ello a través de la campaña “La educación al alcance de todos” pedimos al gobierno que generaran políticas suficientes y adecuadas para garantizar su derecho a la educación, esto solo será posible colaborando junto con la sociedad civil y el sector privado, porque el futuro de los niños y niñas nos compete a todos.