Un camino lleno de adversidades
noviembre 2 2019

Un camino lleno de adversidades

​Salí de Honduras junto a mis hermanas cuando era de noche, la intención era llegar a Estados Unidos, para ello tuvimos que cruzar el Salvador y Guatemala. Fue un viaje muy difícil porque en todo momento debíamos escondernos de los policías.

Durante el trayecto rodeamos un cerro, fue peligroso sobre todo para Daniela, mi hermana de cuatro años. Lo más difícil fue atravesar el río, recuerdo que la cargue sobre mis hombros, tenía miedo de que ella se cayera, por eso en todo momento la agarré con todas mis fuerzas.

Cuando llegamos a la frontera sur de México, creí que todo sería más fácil, sólo debíamos viajar en autobús para llegar al norte del país. Sin embargo, no lo logramos porque las autoridades mexicanas nos detuvieron y trasladaron a una Estación Migratoria.

En ese lugar me visitaron unas personas de Aldeas Infantiles SOS, ellos me dijeron que querían ayudarnos y fue así como llegamos a la Aldea Infantil SOS Ciudad de México.

Recuerdo que estaba muy asustado, porque no conocía a nadie y no sabía qué pasaría. Pero aquí encontré mucho apoyo para mis hermanas y para mí.

Fuimos muy felices en la Aldea, porque aquí encontramos amor, felicidad, paz y amigos que nos dieron la mano y nos cuidaron. Tuvimos la oportunidad de estudiar, aunque fue difícil al principio, lo logramos y los resultados fueron buenos porque aprendimos muchas lecciones que las pondré en práctica toda mi vida.

Mi mayor agradecimiento es para Alicia, mi Mamá SOS porque me trató como un hijo aunque no me conocía, me ayudó a reconocer mis habilidades y a pensar en mi futuro, me dio su amor y su apoyo incondicional.

Agradezco a Aldeas Infantiles SOS por brindarnos un lugar seguro, yo sé que Dios los va a bendecir para seguir ayudando a la niñez migrante. A los niños que se encuentran en esta situación, les digo que van a estar bien en este lugar, conocerán personas que los ayuden, porque aún hay gente bondadosa y generosa.

Durante un año Aldeas Infantiles SOS fue mi hogar, y hoy regreso con mi familia biológica a emprender una nueva vida, pero no olvidaré que viví y fui feliz aquí. Me voy con muchos recuerdos. Sé que mis hermanas se sienten un poco tristes porque estamos dejando un lugar que nos dio mucho amor, pero están contentas por todo lo que estamos por vivir.

Omar.

Nota: Para protección y buscando el interés superior de cada niño y niña, el nombre real de Omar fue modificado, así como las fotografías son ilustrativas.

Conoce como nació este proyecto para apoyar a los niños y niñas migrantes, ingresa a: http://www.aldeasinfantiles.org.mx/donde-ayudamos/oficina-nacional/proyecto-migrantes