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Al llegar a la Aldea Huehuetoca se les dio la bienvenida a todos los participantes y se les mostró la distribución de los espacios para después comenzar con los torneos. Las porras no se hacían esperar pues las niñas gritaban apoyando a su equipo favorito.
Después de algunos partidos, se llevó a cabo la final de futbol, en la cual los equipos de la Aldea de la ciudad de México y Huehuetoca se enfrentaron y con 2 goles de Carlos, la Aldea de la Ciudad de México resultó la ganadora. Las niñas corrieron hacia ellos gritando ganamos, todos se abrazaron muy felices. Los partidos de básquet-bol no se hicieron esperar, Calep, Tábata y María José, tras correr y bloquear los lanzamientos de los otros, nuevamente dieron la victoria a la Aldea de la Ciudad de México.
No podía faltar el partido entre los miembros del equipo técnico, Bryan y Érica representando a la Ciudad de México, Yanet y David de Morelia, Blanca y Miguel de Huehuetoca y Abraham y Roberto de Tehuacán, el partido estuvo muy reñido, tanto así que tuvieron que irse a penales, donde el penal de la victoria fue el de Miguel, consiguiendo así el triunfo para Huehuetoca.
La tarde del martes todos los participantes hicieron un recorrido al “Cerro del Cincoque”, donde reunidos en círculo se realizó un ritual y cada uno de los asistentes arrojaron un puño de tabaco a la montaña para solicitar permiso para subir, así como lo hacían nuestros antepasados.
El miércoles por la mañana, dos jóvenes de la Aldea de Morelia hicieron una demostración del “parkour”, el cual consiste en hacer saltos de gran altura y en el cual son muy buenos, ambos con estilos diferentes.
Al finalizar se hizo la clausura del evento, todos reunidos en círculo presenciaron la entrega de trofeos, se entregó el premio de segundo lugar en futbol soccer a la Aldea de Huehuetoca y dos trofeos de primer lugar en basquetbol y futbol a la Aldea de la Ciudad de México, quienes celebraron en compañía de la mascota del equipo al que apodaron “Michelín”, uno niño quien al ver una llanta tuvo el ingenio de ponérsela y decir que era la mascota.
Como agradecimiento a los juegos, el Facilitador Familiar Bryan Saucedo mencionó: “A nombre de los niños, niñas y jóvenes de la Aldea de la Ciudad de México, entregamos este estandarte que simboliza la participación de las Aldeas hermanas en los Juegos por la Paz en donde se dieron reencuentros entre primos y se formaron nuevos amigos”-.