Ante las adversidades, la ayuda es vital

Ante las adversidades, la ayuda es vital

De acuerdo con datos de la primera Encuesta Telefónica de Ocupación y Empleo (ETOE) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), 12 millones de mexicanos se quedaron sin empleo o dejaron de buscar trabajo debido al COVID-19, pues ante la crisis sanitaria se suspendieron actividades laborales de manera temporal.

Ante la situación, miles de mexicanos tuvieron que quedarse en casa sin la posibilidad de obtener ingresos para solventar los gastos familiares y sin la certeza de cuándo podrían reanudar actividades, de eso ya han pasado cinco meses y las medidas de distanciamiento social siguen vigentes, por lo que es de difícil saber cuándo se recuperarán los empleos formales e informales.

Desafortunadamente, el sector más afectado ha sido la población que vive en comunidades rurales o semiurbanas, como en Puebla donde los padres y madres de familia se emplean en maquiladoras, pero ante la contingencia sanitaria pararon actividades hasta nuevo aviso.

Desde que inició el confinamiento por la pandemia, en Aldeas Infantiles SOS hemos mantenido el compromiso de garantizar el cuidado de los niños, adolescentes y jóvenes que participan en nuestro Programa de Acogimiento Familiar, lo cual es posible gracias a las Cuidadoras SOS que han adoptado las medidas sanitarias para evitar el contagio del virus. 

Además, en nuestro Programa de Fortalecimiento Familiar en Comitán y Tehuacán hemos entregado despensas de alimentos a familias en 14 comunidades que viven en zonas semiurbanas y rurales de difícil acceso, esto ha sido posible, gracias a la generosidad de personas y empresas de gran corazón. 

Fabiola y Valentina mantienen la esperanza

Cuando comenzó el confinamiento por el COVID-19, mi jefa me dijo que iba a cerrar la estética y que no podía seguir pagándome un sueldo, solo me aseguró que cuando todo regresará a la normalidad yo podía regresar. Ante la situación decidí hacer cortes de cabello a domicilio, pero a veces solo me llamaban una o dos veces a la semana y el dinero que obtenía era muy poco. 

Soy madre soltera, tengo una hija de tres años y vivo en casa de mis papás. Antes del confinamiento, mi mamá trabajaba en una maquila y mi papá se dedicaba a la construcción, pero ambos se quedaron sin empleo, así que él tuvo que empezar a trabajar en el campo sembrando hortalizas para al menos garantizar el alimento de toda la familia, pero con el inicio de la temporada de lluvias, una tarde todo quedó destruido por el granizo. Nos preocupamos mucho porque esa era nuestra fuente de alimentos y sin trabajo no teníamos dinero. 

Los ahorros que tenía los gastaba poco a poco para comprar el medicamento de mi hija que tiene asma. Todos los días pensaba en qué haría cuando ya no tuviera dinero, mis papás siempre me han apoyado, pero ahora la situación es muy difícil para todos, incluso no puedes pedir ayuda a otro familiar porque todos la estamos pasando muy mal. 

Cuando le dijeron a mi mamá que podía regresar a trabajar en la maquila, yo tomé su lugar porque así ella podía cuidar a mi hija. Antes de retomar actividades, nos dijeron que solo nos iban a pagar medio sueldo, por la pandemia ahora haríamos cubrebocas y el costo de estos es de 70 centavos, aunque el pago era muy poco, era nuestra única opción. 

Mi mayor preocupación era garantizar que Valentina contara con sus medicamentos, porque ante la situación ella es más propensa por sus alergias, gracias al apoyo de Aldeas Infantiles SOS me siento tranquila porque ellos me están ayudando con la compra de los medicamentos para mi hija y también nos han dado despensas de alimentos, para mi familia y muchas otras esto ha sido un alivio, porque lo que más te asusta en esta situación es saber qué harás para alimentar a tu familia.

Aun en momentos tan difíciles como el que todos estamos viviendo hay personas dispuestas ayudar a otros. Sé que no volveremos a la normalidad, este virus vino a cambiar nuestras vidas y estamos aprendiendo a vivir de otra manera.

Hace unos días regresé a trabajar a la estética, pero solo dos o tres a la semana porque el número de contagios siguen en aumento, hemos seguido todas las medidas para seguir cuidándonos y también a nuestros seres queridos.