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El poder del amor de una familia
-“Osmar unió a la familia, para todos fue una bendición recibirlo en casa y darle el amor que merecía”- Regina, Mamá SOS.
Cuando Osmar llegó a la Aldea de Comitán, les dijeron que probablemente no podría ver, caminar o hablar, ya que tenía una malformación en su cabeza.
Desde entonces, Regina visitó a varios médicos, pero ninguno pudo darle un diagnóstico alentador, hasta que viajó a la Ciudad de México donde le dijeron que su hijo tenía el Síndrome de Crouzon con Harper.
Antes de que Osmar celebrara su cumpleaños número cuatro, ingresó al quirófano por una cirugía que duró más de 10 horas. Cuando Regina vio al médico tuvo mucho miedo, porque le dijo –“No sabemos qué pasó, pero necesitamos operarlo otra vez y tiene que dar su consentimiento”-.
De eso ya han pasado cuatro años, hoy Osmar tiene una mejor calidad de vida, asiste a diversas terapias para ayudarlo con su coordinación, cursa el segundo año de primaria, ha logrado ser más independiente y disfruta de su infancia como cualquier otro niño.
Esta es la historia de un niño que perdió a su familia, pero encontró la esperanza gracias a la generosidad de personas como tú.