mayo 4 2020
Aumenta violencia hacia la niñez por el COVID-19
A pesar de que la niñez se encuentra fuera de la población en riesgo por el contagio del coronavirus, no significa que no ha sido afectada por la crisis. Las niñas, los niños y los adolescentes son parte de los efectos colaterales del COVID-19 y no han sido prioridad en las agendas gubernamentales.
El hogar y la familia pueden ser un espacio de comprensión, cuidado o protección para la niñez. Sin embargo, existen muchos casos donde esto no sucede y se convierte en un lugar de violencia y agresión hacia ella. Según datos del Informe de la ONU respecto a la violencia contra la niñez, todos los años, entre 130 y 275 millones de niños y niñas en el mundo sufren algún tipo de violencia doméstica.[1]
En el caso particular de México 4 de cada 10 madres y 2 de cada 10 padres, sin importar el ámbito de residencia, han aceptado haberle pegarle a sus hijas o hijos cuando sintieron enojo o desesperación. Asimismo, el 63% de las niñas y niños de entre 1 y 14 años han experimentado al menos una forma de disciplina violenta[2].
El estrés y frustración de los integrantes de la familia son algunas de las causas que incrementan la tensión y ponen en riesgo a la niñez. Es por eso que el aislamiento en los hogares con el fin de evitar la propagación del virus, eleva la posibilidad de los casos de violencia doméstica. De acuerdo a los datos informados por Secretaría de Gobernación, las llamadas de emergencia por violencia intrafamiliar han aumentado entre 30 y el 100% durante este periodo.
La permanente convivencia de personas en un espacio limitado a consecuencia de las medidas de confinamiento, puede provocar o agudizar actos de violencia entre ellos y en especial en los casos donde ya existen precedentes y las relaciones son desiguales como lo es la relación entre adultos y niños.
En este contexto las niñas, adolescentes y mujeres son aún más vulnerables a experimentar algún tipo de agresión. Según datos de UNICEF México. dentro del hogar las mujeres son más violentadas que los hombres (70.3% frente a 29.7%). El 20% de las mujeres de entre los 15 y 17 años ha experimentado alguna forma de violencia en el ámbito familiar lo que equivale a 689,151 mujeres adolescentes.[3]
Además, las situaciones de riesgo se acentúan debido a que los sistemas de protección de violencia se encuentran limitados, dificultando la identificación y atención de los casos. Es por eso importante llamar la atención de la sociedad y gobiernos respecto al impacto que están sufriendo las niñas, niños, adolescentes y mujeres como consecuencia de las medidas tomadas para enfrentar la crisis.
Se deben enfocar esfuerzos de colaboración entre familias, comunidades, gobiernos, sector privado y medios de comunicación para prevenir la violencia en los hogares y en especial crear mecanismos de atención que lleguen a la población más vulnerable. Son tiempos de innovación, creatividad y solidaridad donde debemos de contribuir a generar entornos protectores para todas y todos.