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Los adolescentes de la Aldea se trasladaron hacia el
Colegio Vista Hermosa, cada uno de ellos estaba a la expectativa de lo que pasaría y cómo serían los jóvenes del colegio con el que participarían en el retiro. Al verlos se sorprendieron que fueran estudiantes de preparatoria, creyeron que serían más jóvenes.
Antes de partir hacia
Tepoztlán los jóvenes tomaron un taller sobre estereotipos sociales, impartido por Walter, fundador del programa
Shared, (compartir en inglés), con el propósito de sensibilizarlos sobre los problemas que viven los adolescentes sin importar su condición social y económica. Este taller los motivó y permitió que se conocieran más entre ellos.
El trayecto hacia
Tepoztlán fue largo, sin embargo, el entusiasmo de los jóvenes no decayó, gracias a Verónica, la instructora de
Shared, quien durante el viaje realizó algunas dinámicas para que los jóvenes se entretuvieran, y dichas actividades lograron que el grupo de jóvenes se integrara para dar comienzo a un excelente fin de semana.
El sábado en la mañana todos se alistaron para dar comienzo a un día lleno de sorpresas. Durante el día realizaron actividades como jugar fútbol, cubrirse los ojos y encontrar a su pareja, tomar de la mano a alguien y expresar lo primero que les viniera a la mente sobre esa persona.
Por la tarde, se llevó a cabo una actividad sobre discapacidad, la cual consistió en que algunos jóvenes padecieran alguna discapacidad y otros no, todos ellos simularían viajar en un avión que desafortunadamente sufriría un accidente. El objetivo era trabajar en equipo para ayudar a todos los discapacitados y generar así, una mayor conciencia sobre la discapacidad y aprender a ser incluyentes sin discriminar a nadie.
Durante la comida, también disfrutaron de una extraña actividad porque debían comer sus alimentos de la siguiente manera: la mesa estaba colocada patas arriba por lo que tuvieron que comer al nivel del suelo, el agua la bebieron en un plato, la sopa en una taza, y no utilizaron utensilios. El aprendizaje de esta actividad fue que deben de aprender a vivir con las circunstancias que la vida les presente y hacerles frente por muy adversas que parezcan.
Una de las actividades más significativas, fue cuando los adolescentes compartieron una experiencia dolorosa de su vida y contaron con el apoyo de alguien para salir adelante de esa situación, la actividad se llevó a cabo en un lugar oscuro con el propósito de iluminar poco a poco con una vela el lugar. Para finalizar la actividad, todos se tomaron de la mano y dejaron que la energía fluyera.
En la última actividad, todos los adolescentes y el equipo técnico del retiro se reunieron en un círculo, en el centro estaba una vela encendida, uno de los instructores encendió su vela y pidió que compartieran su luz con la persona con la que tuvieran más empatía y afecto, para generar así una cadena de luz y de armonía.
Cristo, joven que asistió al retiro en Tepoztlán comentó.-
“A mí me gustó todo, una de las actividades que más disfruté fue la comida al revés, todo sabía muy rico. Lo que más recuerdo fue la actividad donde compartimos la luz de la vela, porque en verdad hice un amigo que jamás imaginé conocer, me siento muy afortunado por eso.”
Para concluir con el
Shared, se llevó a cabo la presentación de los proyectos y la premiación de cada equipo. También se entregó una pulsera a cada participante para que la regalara a la persona que más admirara del retiro, con ello se generaron lazos de amistad.
Todos los adolescentes de la
Aldea Infantil SOS de la Ciudad de México estuvieron muy felices de poder compartir un grato fin de semana lleno de aprendizaje, armonía y amistad. Agradecemos a todo el equipo de
Shared por esta gran experiencia.
Para mayor información del Colegio Vista Hermosa, ingresa a
www.cvh.edu.mx