Su futuro nos compete a todos

Su futuro nos compete a todos

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en el primer trimestre de 2020, se registró una ocupación laboral de 803, 809 jóvenes de entre 20 y 29 años, lo que representó una caída del 6.4 % respecto al mismo trimestre de 2019, pero la situación se sigue agravando a causa de la pandemia por COVID-19.

Uno de los grandes problemas de cualquier sociedad son las pocas oportunidades laborales, particularmente para los jóvenes que deben enfrentarse al rechazo por la falta de experiencia y, si encuentran trabajo, al bajo nivel salarial. Jesús, quien tiene 21 años es uno de los miles de jóvenes mexicanos que han vivido la incertidumbre de no encontrar empleo y quedar desempleado.

La primera experiencia laboral

Tras concluir sus estudios en el bachillerato, Jesús no pudo ingresar a la universidad y decidió posponer ese plan a corto plazo, enfocándose en buscar trabajo, así se inscribió a la convocatoria de jóvenes para participar como Líder Comunitario del Consejo Nacional de Fomento Educativo (CONAFE) y prestar un servicio social educativo en una comunidad rural, impartiendo clases a niñas y niños en los niveles de preescolar o primaria.

Jesús vivía en la Aldea de Comitán, por lo que prestaba servicio en una comunidad en situación de vulnerabilidad en Chiapas. Cada semana preparaba los materiales que necesitaba para impartir clases a sus alumnos de todos los niveles de primaria, porque el plan de estudios de CONAFE tiene un enfoque de enseñanza multigrado, debido a la falta de profesores y a las implicaciones que tiene acceder a estas comunidades.

Para él, ese empleo representó un gran reto porque tuvo que renunciar a ciertas comodidades que tenía en la Aldea, pues en la comunidad no contaba con acceso a servicios públicos como agua, dormía en un espacio en el que se filtraba el agua, el viento y se alimentaba de lo que las familias podían ofrecerle; sin embargo, pese a las circunstancias de precariedad, él se sentía motivado por el avance de sus alumnos.

- “Esa experiencia me hizo ser consciente del abandono que existe hacia las personas que viven en comunidades rurales, la falta de oportunidades para los padres de familia de tener un empleo y de los niños de acceder a una educación de calidad. Comprendí lo afortunado que soy, por haber crecido en Aldeas Infantiles SOS y valoré aún más lo que tengo”- expresa Jesús quien fue Líder Comunitario durante seis meses.

Al finalizar su labor como profesor de primaria, viajó a la Ciudad de México para inscribirse en el proyecto de Youth Career Initiative, que es una capacitación integral para desarrollar experiencia profesional y formación humana en jóvenes con una situación de vulnerabilidad.

Durante seis meses los participantes laboran en grandes cadenas hoteleras, con el fin de apoyarlos en la construcción y seguimiento de sus planes de vida y carrera, incrementando así sus oportunidades para la empleabilidad. Jesús aprendió y obtuvo habilidades de todas las áreas que conforman el servicio de un hotel, dándole la posibilidad de obtener un empleo, pero a finales de marzo, debido al recorte de personal por la pandemia, eso no fue posible y solo lo colocaron en el banco de talento, desde entonces no ha encontrado un empleo.

Falta de oportunidades

- “Me ilusionó mucho la idea de poder quedarme a trabajar en el hotel, por ello, comencé a trazar un proyecto de vida, el cual consistía en trabajar y estudiar. Al tener un empleo, tendría también la posibilidad de generar un ahorro que sería vital para iniciar mi vida independiente, es decir, vivir fuera de la Aldea y asumir mis propios gastos; pero mis planes no se llevaron a cabo debido a la pandemia, en un principio me sentí frustrado, pero ahora debo adecuar mis planes a las circunstancias.”- comenta Jesús tras perder una oportunidad de trabajo que marcaría el inicio de su vida como joven independiente.

Como Jesús, miles de niños que crecieron sin el cuidado de una familia, ahora son jóvenes que buscan una segunda oportunidad para tener una mejor vida, ellos se enfrentan a un sistema desigual con rezagos estructurales en materia de educación, salud y empleo, aunado a las pocas oportunidades para adquirir y comenzar su vida profesional.