noviembre 2 2019

Cosechando frutos

19/04/2013. Morelia, Michoacán.- Los colaboradores de la Aldea Infantil SOS Morelia se dieron a la tarea de buscar ayuda con una especialista en dificultades en el aprendizaje.

Hace dos años y medio, dos de nuestros niños fueron expulsados de la escuela primaria debido a su mal comportamiento; y aunque los neurólogos que atendieron a los niños sólo diagnosticaron problemas en el aprendizaje, la institución se deslindo completamente de sus responsabilidades, por lo que el grupo de colaboradores y colaboradoras de la Aldea Infantil SOS Morelia se dio a la tarea de buscar ayuda escolar con una maestra.

Fue entonces cuando Gloria, maestra y especialista en dificultades en el aprendizaje, se convirtió en el  punto clave para el desarrollo de habilidades. Ella trabaja con doce niños y ocho niñas. Trece de ellos son atendidos en lectoescritura y siete en corrección y comprensión de textos. Al principio costó trabajo que los niños se involucraran en el proceso, ya que éste requería mucho compromiso. Además, algunos de los niños no contaban con las habilidades básicas para cursar el segundo año de primaria.

Debido a que los procesos de aprendizaje son más lentos cuando existen problemas neurológicos y conductuales, la especialista inició con un programa de adquisición de hábitos de limpieza y orden, lo que dio pie a realizar una lectura diaria en tres tiempos (fluidez, comprensión y rapidez), adquirir límites, madurar, mejorar su ubicación espacial, su psicomotricidad y su cálculo mental. 

Desde ese momento los cambios fueron perceptibles. -“Me gusta ir porque trabajo, hago tareas y la maestra me presta su rompecabezas. Es muy buena y me cae muy bien. He aprendido a leer y a no confundir las letras mayúsculas con las minúsculas. Me siento más feliz porque ella me está ayudando a salir adelante y a cumplir con mis deberes; pero, lo que más me gusta, es que estoy con ella”- dijo Brenda; quién también declaró –“Quiero muchísimo a la maestra Gloria y  le agradezco por sacarme adelante”-.

Yoselín, Brisa y Julián comentaron que les gusta jugar y trabajar con la maestra, ya que gracias a su trabajo van mejor en la escuela, leen más rápido y tienen la letra más bonita.

Por su parte, Itzel, quien ya egresó de las clases de reforzamiento escolar, aprendió a leer y escribir, a cuidar sus útiles escolares y a respetar su tiempo de estudio. Además ella apoya a enseñar a los más pequeños. -“Se siente bonito que ya salí porque demuestro todo lo hice, que le eché ganas y aproveché la oportunidad que me daban y les digo a los demás que vayan a las clases porque la aldea y la maestra Gloria les están dando una oportunidad de aprender”-, explicó Iztel.

Los niños de la aldea han mejorado su rendimiento académico y mejorado su autoestima, ya que los niños se sienten más competentes y sus maestros en la escuela lo notan.

“Una niña no podía cerrar un círculo y fue realmente emotivo para su mamá y para mí cuando lo logró. Otra de nuestras niñas no podía leer y de repente llega con la noticia de que ya podía y quería leernos todo. Además, el refuerzo escolar influye en su autoestima, ahora ya se sienten más competentes y las maestras de grupo más contentas y aunque algunos no van al ritmo de los demás, es de gran impacto para ellos y ellas el saber que pueden” - expresó la Facilitadora Familiar, Claudia Méndez.

Los niños y niñas han avanzado gracias al trabajo en conjunto de la maestra Gloria, sus mamás y ellos mismos, lo cierto es que está cooperación ha permitido que se sientan motivados y comprometidos con su persona.