noviembre 2 2019

Sol, mar, arena y buenas amistades

24/08/13. Morelia, Michoacán.- Del 29 de julio al 3 de agosto, las familias de las aldeas que se encuentran en Morelia y en la Ciudad de México realizaron un campamento en las playas de Bucerias, Nayarit.

El campamento fue muy agradable para las familias que asistieron de la Aldea Infantil SOS Morelia, ya que el ir de vacaciones les permitió salir de su rutina.

Una de las experiencias más enriquecedoras para los niños fue hacer amistad con los niños de otras aldeas, gracias a eso disfrutaron de una semana de gran diversión, en donde compartieron sus historias de vida, conocieron gente nueva, disfrutaron de actividades recreativas y vivieron momentos sumamente significativos, incluso para algunos, esa fue la primera vez que vieron el mar.

Desde un inicio, los niños se sintieron identificados entre sí, tal y como lo comentaron Ángel y Nelson de la Aldea Infantil SOS Morelia, a un gran amigo no ocupas conocerlo toda la vida, a veces sólo con conocerlo un día sabes o imaginas cómo es, sobre todo si tienen algo en común.

Chepina una de la adolescentes de la Aldea Infantil SOS Morelia comentó que el viaje le gustó mucho porque tuvo la oportunidad de conocer a más gente -“Aprendí a socializar más, a compartir ideas, ahora también sé que puedo llevarme bien con algunas chicas de mi aldea con las que antes no hablaba mucho. Y me gustaría que se siguieran haciendo este tipo de viajes para convivir nuevamente con las personas de la Ciudad de México y para que nos dieran la oportunidad de convivir con personas de otras aldeas-”.

Todos los que asistieron al campamento concuerdan en que se divirtieron mucho y que inclusive el viaje les sirvió para conocer mejor a las personas que viven en su misma aldea; además, todos coincidieron en que les gustaría que se realicen encuentros con todas las aldeas de la República Mexicana.

Julieta, trabajadora social, comentó que fue una bonita experiencia porque este tipo de espacios permite compartir y conocer lugares nuevos -“Se logró una gran armonía al convivir y eso fue agradable para todos los asistentes”-.

Durante el campamento los niños y niñas compartieron alimentos, ayudaron en la limpieza, se pusieron de acuerdo sobre las actividades que realizaron y participaron en los juegos y actividades recreativas.

También las mamás se involucraron y fueron partícipes de las actividades, demostrando el cariño y el deseo de compartir tiempo con sus hijos.

Finalmente, este tipo de experiencias pone al descubierto lo que se ha trabajado y lo que hace falta, y dentro de este análisis lo más importante es que los niños, niñas y adolescentes se dieron cuenta que deben apoyarse para vivir grandes experiencias y por lo tanto reconocemos el entusiasmo, compañerismo, respeto, atención y actitud positiva de todos los que asistieron al viaje.