noviembre 2 2019

De paseo por Teotihuacán

15/08/13. Tehuacán, Puebla.- Este verano, los jóvenes de la Aldea Infantil SOS Tehuacán visitaron las pirámides de Teotihuacán.

Para reconocer su esfuerzo, se reunió a los jóvenes de la Aldea Infantil SOS Tehuacán que aprobaron el pasado ciclo escolar para decidir el lugar que visitarían este verano.

Muy emocionados, los jóvenes compartieron su punto de vista, algunas de las opciones que mencionaron fueron Mictlán en Oaxaca, Cholula en Puebla y Teotihuacán en la Ciudad de México.

Así resultó elegida la zona arqueológica de Teotihuacán, que en náhuatl significa ciudad de dioses o ciudad donde nacen los dioses, los jóvenes comentaron que sólo habían conocido este lugar a través de libros y por lo tanto, estarían contentos de comprender un poco más la cultura mexicana.

A la mañana siguiente, los jóvenes estaban listos y esperaban la hora de su salida. Ya en camino, poco a poco el paisaje fue mostrando el esplendor de las pirámides, provocándoles una gran emoción.

La camioneta seguía su marcha y las pirámides se veían cada vez más grandes e imponentes. Al llegar, los jóvenes estaban ansiosos por comenzar la aventura y viendo con asombro las pirámides, empezaron a caminar, casi durante media hora, hacia la entrada.

Se podía sentir su emoción al caminar sobre la Calzada de los muertos. Al llegar a la pirámide del Sol, se deleitaron por su magnitud y belleza, algunos la subieron sin detenerse hasta la punta, otros, a causa del esfuerzo físico que conlleva subirla, avanzaron lentamente.

Permanecieron aproximadamente 20 minutos en la cima, disfrutando de la vista y recargando fuerzas, después bajaron llenos de buena vibra y de energía para continuar el recorrido.

Mientras cruzaban la Calzada de los muertos y veían la pirámide de la Luna, Mauro, uno de los jóvenes comentó -“Me hubiera gustado vivir en esa época, las cosas eran más sanas y las construcciones muy bonitas… Se vivía mejor que ahora, los cielos eran más azules que hoy en día, no se tenían que preocupar por cosas banales como el teléfono o la luz, en definitiva vivían mejor que ahora.”-.

Al descender de la pirámide de la Luna, los jóvenes reflexionaron sobre su perspectiva de la vida, se hicieron muchas preguntas y continuaron caminando hacia la salida sin percatarse que entre más caminaban, más lejos se quedaban las pirámides.

Cuando llegaron a la camioneta, tenían calor, sed, y dado que la caminata les había despertado el apetito, buscaron un lugar para descansar y comer antes de iniciar el viaje de regreso.

Más tarde, rumbo a Tehuacán, algunos jóvenes seguían hablando del viaje, mientras que otros, exhaustos, durmieron todo el camino de vuelta.  

Definitivamente el viaje fue una experiencia significativa en sus vidas y un merecido reconocimiento a su esfuerzo como estudiantes de preparatoria.