Un espacio para volver a ser niño

Un espacio para volver a ser niño

En México hay 2.5 millones de niños, niñas y adolescentes de entre 5 y 17 años de edad que trabajan.

Desde hace algunas semanas en la Aldea Infantil SOS Tijuana dio inicio el Taller del Circo Social, un proyecto que busca a través de actividades circenses, fortalecer habilidades cognitivas como concentración, disociación y autoestima de los niños y adolescentes que participan en el programa. Además de mejorar sus capacidades para generar relaciones positivas, tolerancia, negociación y trabajo en equipo.

Emilio es uno de los participantes del taller, él tiene 13 años de edad y es proveniente de Honduras. Él llegó a Tijuana junto a la caravana que arribó a la ciudad fronteriza a finales del año pasado, debido a las condiciones desfavorables que se viven en su país, tuvo que migrar y desde hace algunos meses vive en la Aldea.

Honduras es un país azotado por la violencia y la pobreza, ante esta situación, Emilio comenzó a trabajar desde muy pequeño, recolectando cosecha o acomodando y resguardando productos en bodegas.

Emilio no tuvo oportunidad de ir a la escuela, tampoco pudo jugar como otros niños de su edad, él tuvo que cambiar los libros y los juguetes por herramientas de trabajo, asumió responsabilidades de un adulto siento tan solo un niño.

A través del Taller del Circo Social, por primera vez en su vida tiene la oportunidad para divertirse y disfrutar de su infancia. Uno de los juegos que más le gusta, aunque al principio le resultaba difícil, son los que involucran el uso de la cuerda, ya que no sabía brincarla, pues nunca antes lo había hecho y le daba un poco de miedo.

Con el apoyo de los facilitadores del taller ha superado sus miedos, ha descubierto lo maravilloso que es ser niño, se ríe, divierte y asombra de sus habilidades y capacidades, además establece relaciones positivas con niños de su edad, lo que le permite conocer más de sí mismo. Cuando logra superar algún obstáculo en su rostro se refleja la satisfacción que siente y se motiva a seguir aprendiendo.

Emilio se ha permitido ser un niño y no siente preocupación por buscar cómo proveer a su familia. Además está aprendiendo a leer, escribir y matemáticas básicas con el apoyo de Mary, responsable de familia que lo alienta a descubrir de lo que es capaz.

La infancia es la etapa más importante en el ser humano, por ello, es importante que los derechos de los niños no sean vulnerados y que en su infancia construyan recuerdos felices.