noviembre 2 2019
Soy niña y campeona de ping pong
11.10.2018.- Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.- Hoy se celebra el Día Internacional de la Niña, momento para apoyar a las niñas de todo el mundo que inspiran y toman las riendas para construir el futuro que desean.
“Si el deporte te gusta y te apasiona, hazlo sin miedo, no dejes que nadie te diga que no puedes, o que no debes por ser niña, tú puedes ser mejor de lo que los demás piensan, diviértete y no te rindas”, expresó Adriana de 13 años para decirles a todas las niñas que ellas también pueden hacer realidad sus sueños.
Adriana vive en la Aldea de Tuxtla y a su corta edad es campeona de tenis de mesa, un deporte que demanda disciplina y compromiso, y que le ha ayudado a adquirir confianza en sí misma para asumir nuevos retos, dar lo mejor de sí misma en cada competencia y ser mejor persona.
Ella es una adolescente noble, introvertida y seria, sin embargo en cuanto tiene la raqueta en sus manos su postura cambia, se ve fuerte, segura de sí, con un sólo objetivo en sus ojos: ganar.
Hace tres años, Adri como la llaman sus amigos, descubrió el tenis de mesa cuando vio jugar a unos niños, lo que más llamó su atención fue la concentración, la rapidez en la que reaccionaban para que la pelota no cayera. Después de practicar natación, decidió que quería aprender a jugar ping pong y su habilidad la hecho destacar en diversas competencias en ciudades como Cancún, Veracruz, Jalisco, Chihuahua, Yucatán, Villahermosa y su favorito Mazatlán.
Adriana ha dejado su nombre grabado con letras doradas, plateadas y de bronce que reconocen su talento. Con mucha timidez muestra su botín de medallas, incluyendo la de plata a la que fue acreedora en el pasado Circuito Estatal por Categorías que se llevó a cabo en septiembre en la calurosa Ciudad de Mérida, Yucatán, con esto demuestra que es una adolescente con el deseo de seguir luchando por sus sueños.
La clave de su éxito es el trabajo en equipo, porque ha aprendido mucho de sus profesores y compañeros de juego, lo que le ha dado resultados positivos para seguir creciendo como deportistas y como persona.
Cuando crezca, Adriana quiere ser veterinaria, seguir jugando tenis de mesa para adquirir más conocimientos y algún día poder enseñarle a los niños el deporte que despertó en ella las ganas de superarse y dar lo mejor de sí misma.
En el Día Internacional de la Niña, recordemos que aún debemos trabajar para lograr más espacios donde las niñas destaquen, muestren su talento y sean reconocidas.