Ernst & Young mejorando la casa

En punto de las 10 de la mañana comenzaron a ayudar a las familias a lijar y barnizar las puertas de sus casas que se encontraban ya muy deterioradas dando una apariencia triste a la aldea.

El staff de Ernst & Young se dividió por parejas, cada una se hizo cargo de restaurar la puerta de una casa familiar junto con la familia correspondiente; los niños y jóvenes participaban con mucho entusiasmo diciendo frases como  -“está quedando bien padre”, “mi mamá se va a sorprender cuando terminemos”, “Si se ven muy diferentes”-, exclamaban.

De manera simultánea, algunos de los colaboradores se dieron a la tarea de invitar a los jóvenes a una rueda de opinión en la que el tema principal fue la orientación laboral. Colaboradores de Ernst narraron sus propias experiencias laborales alentando a los participantes a continuar con sus estudios, a vencer los obstáculos para lograr sus metas y a tener un proyecto de vida profesional para un mejor futuro, todos los jóvenes escucharon de manera muy atenta, compartiendo sus sueños y ambiciones profesionales.

Para los niños y niñas más pequeños el staff de Ernst organizó diferentes juegos a campo libre en la cancha de futbol como relevos, quemados, coleadas, etc., los niños se encontraban muy divertidos y felices de poder jugar sin interrupciones.

Tres horas después de lijar, barnizar y jugar sin cesar, llegó la hora de la comida, la cual generó un excelente espacio para la convivencia de toda la comunidad SOS y el equipo Ernst & Young. El menú consistió en tacos de carnitas, arroz, nopales y chicharrón, finalizando con un delicioso helado para el postre.

Ernst & Young regaló dulces y playeras institucionales a todos los niños, pero lo más importante fue su gran contribución que tuvo un costo de $31,000 pesos cubierto en su totalidad por la firma y la labor humana de su equipo que ayudó a  transformar la entrada de cada hogar de las familias de la Aldea Infantil SOS de Huehuetoca.

¡Muchas gracias!
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