¿Cuándo fue la última vez que le preguntaste a tu hijo cómo se sentía?

En ocasiones inconscientemente dejamos a un lado o damos por hecho que nuestros hijos están bien, pero conoces la importancia que tienen estas dos preguntas: ¿Cómo te sientes? o ¿Cómo te fue?

En este artículo hablaremos de la importancia de gestionar las emociones desde la niñez para que la vida adulta de nuestros hijos esté sustentada sobre una sólida inteligencia emocional que los permita expresarse, conocerse, controlarse, empatizar y socializar.

En los niños, la expresión de las emociones tiene como finalidad que se conozcan a sí mismos y de ese modo incrementen su autoestima para que se amen y acepten como son. Todo ello les ayudará a ser una persona feliz en el presente y en el futuro.

¿Sabes cómo puedes ayudarlos?

Al mirarlos, conocemos si nuestros hijos se encuentran enojados, tristes, felices o sorprendidos… sin embargo, debemos procurar tener espacios para preguntarles ¿Cómo se sienten? Y ¿Qué es lo que pasa? Con el fin de que expresen sus emociones, escuchando activamente sin cuestionar, para que se sientan en confianza y seguros al momento de hablar.

Aunque hablar con ellos pareciera algo básico, hacerlo les ayudará a gestionar y controlar sus emociones, aprenderán que es bueno expresarlas y se darán cuenta que, al hacer catarsis de manera natural, su cuerpo y sentido del humor cambiará.

Cuando ellos sientan enojo o una emoción negativa, debemos explicarles de qué manera se llega a sentir la otra persona o personas que están a su alrededor, que es normal sentirnos así a veces y que siempre es bueno expresar con respeto lo que sentimos, sin estancarnos en el sentimiento negativo, para que dicha emoción pueda transformarse y no llegue a lastimar a nadie. 

Recuerda, los padres juegan un papel importante en la expresión y manejo de emociones de sus hijos, desde la confianza hasta el control.  

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